lunes, 8 de agosto de 2011

Apostolado 5/8/2011

El viernes 5 de agosto fuimos por primera vez al Hogar del Buen Samaritano. Asistimos 12 personas del curso, nuestra profesora jefe y dos apoderadas que nos acompañaron.

Fue algo totalmente distinto a ir a la Posada del niño, donde era correr de un lado para otro todo el tiempo. Ahora fue más tranquilo.

Al salir del colegio no sabíamos muy bien a lo que íbamos y el día no nos acompañaba, estaba chispeando y hacía frío. Cuando llegamos al lugar, nos encontramos un patio con arbolitos y bancas totalmente vacío, y nos hicieron pasar a un comedor. Ahí estaban todos los abuelitos sentados esperando que les tocara algo en la rifa que se estaba llevando a cabo. Una vez terminada esa actividad los saludamos y hablamos un rato con ellos, algunos hablaban más que otros, nos contaban sus historias y el por qué de sus extraños y a la vez simpáticos sobrenombres.

Luego, dimos comienzo al bingo que teníamos preparado. Fue increíble ver cómo les gustaba y cómo se lo tomaban tan en serio algunos. Hicimos dos rondas y repartimos regalos. Después, les cantamos una canción a tres voces que nos enseñaron en música en el colegio. Eso les gustó mucho. Intentamos cantar una cueca pero nadie se sabía bien la letra… Para finalizar, hicimos una mini-rifa y nos despedimos de todos.

Se nos hizo muy corto el tiempo y lo pasamos muy bien. Personalmente, fue mejor de lo que esperaba. Los abuelitos estaban muy agradecidos y nos pedían que volviéramos pronto.

Cristina Ríos Iribarren II°C

miércoles, 3 de noviembre de 2010

APOSTOLADO 29/10/2010

Desafortunadamente, nuestra tercera visita al Hogar Posada del Niño no fue como las anteriores. Asistieron alrededor de quince alumnos de nuestro curso, nuestra profesora jefe y cuatro apoderadas.
Durante la hora de Consejo de Curso de hoy, día 3 de noviembre, conversamos sobre el apostolado recién realizado. Reuní algunos comentarios, opiniones y testimonios de compañeros que fueron por primera vez, que ya habían ido antes e incluso de nuestra profesora jefe (Sra. María Georgina Haisang); esto fue lo que me dijeron:
-"Fue una experiencia fuerte, por el hecho de ver otras realidades muy difíciles y distintas a las nuestras. Esta vez (es la segunda vez que voy), los niños estaban inquietos, seguramente por la lluvia, y nos costó adecuarnos a su ritmo."

-"La primera vez que fui fue muy buena y los niños se sintieron felices de estar con nosotros. Pero esta vez no fue grato, debido a que estaban agresivos, rebeldes y sublevados."

-"Me encariñé con algunos niños y fue muy linda la experciencia, me abrió los ojos y me aterrizó a la realidad; aunque es verdad que estaban inquietos y revoltosos."

-"Fue muy lindo, pero impactante. Los niños estaban muy inquietos, había algunos que tiraban bombitas de agua a propósito y otros simplemente lo hacían por juego."

-"Comparado con la primera vez que fui, los niños estaban más agresivos (peleaban entre ellos y se decían garabatos)."

-"Yo creo que los niños ya están cansados de su situación y tienen ganas de sublevarse, es entendible."

-"La institución tiene serios problemas: no tienen gran interés en recibir los útiles escolares y pañales que llevamos de regalo (ni se sabe si en realidad son aprovechados), no nos reciben de la mejor manera al llegar al lugar, no hay control sobre los niños (ellos hacen lo que quieren), etc. En el fondo, ya no tienen ganas de nada."


Yo no tuve la oportunidad de ir, pero puedo concluir que fue una visita difícil y distinta.

Testimonios de seis alumnos del I°C y Prof. Jefe

Editado por Cristina Ríos I. I°C


lunes, 23 de agosto de 2010

APOSTOLADO 20/08/10

Nuestra experiencia de este viernes recién pasado en el hogar "Posada del Niño" fue así:
Llegamos al hogar y entregamos todo lo que les habíamos llevado, como pañales, útiles escolares y zapatillas. Nos dirigimos hacia la puerta, donde habían dos niños jugando. Vino una de las tutoras y nos abrió la puerta de una habitación para dejar algunos dulces que habíamos traido, para ir entregándolos poco a poco. Luego salimos y comenzamos a jugar con los niños; yo creo que comparando con nuestra anterior visita, los niños se distanciaron más de nosotros y no estaban igual de entusiasmados, pero luego fuimos acercándonos, conversando con ellos y ganándonos su grata confianza.
Como ya sabemos, cada uno de ellos tiene una historia diferente, y esta difícil realidad que les ha tocado vivir se ve reflejada tanto en sus acciones, como en su actitud, mirada y palabras. Es por esto que nosotros tratamos de tener la mayor paciencia posible, y entregarles mucha alegría y cariño en el pequeño rato que estuvimos con ellos.
Los hombres con los niños más grandes organizaron un partido de fútbol, con una pelota que les habíamos llevado de regalo. Ahí muchos se entusiasmaron. Mientras tanto, las mujeres estuvimos con los niños más pequeños jugando, corriendo, conversando y compartiendo unos bonitos momentos.
Al igual que en nuestra primera visita (esta es la segunda), la despedida fue muy triste. Un rato antes de irnos les dimos bolsitas con dulces a cada uno, y al despedirnos podíamos ver una mínima sonrisa de alegría en sus rostros.
Cuando ya estábamos de camino de vuelta hacia el colegio, creo que cada uno de nosotros reflexionó sobre todo lo que vimos y vivimos en aquella visita. Personalmente, aunque yo ya había asistido a la primera visita, salí sorprendida y con muchos sentimientos encontrados. Por un lado una tristeza inmensa, ya que esos niños tienen una vida muy complicada y dura siendo tan pequeños. Y por otro lado, la alegría de tener la posibilidad de entregarles un poco de amor y diversión; para poder ver en ellos una sonrisa.
Esta visita nos hizo pensar a todos sobre las cosas que tenemos (no solo materiales) y la afortunada vida que nos tocó vivir, esto hace que agradezcamos profundamente todo aquello.
Nuevamente muchas gracias por darnos la posibilidad de ir a este hogar, y con mucho gusto y entusiasmo seguiremos llendo para ayudar y compartir con estos niños, que bien merecido lo tienen. Hasta pronto Posada del Niño!!!

Testimonio de Lucía Sidders I°C
Editado por Cristina Ríos I°C

viernes, 23 de julio de 2010

UNA NUEVA EXPERIENCIA

Este es el primer año que decidimos la opción de hacer apostolados para servir a la comunidad, en lugar de la tradicional caja solidaria de alimentos. Fue un acuerdo que tomamos como curso a principio de año y no nos arrepentimos.
El pasado viernes 11 de junio del presente año, fuimos a la Posada del Niño por primera vez; asistieron 16 alumnos de nuestro curso, en compañía de tres apoderadas y nuestra profesora jefe, la Sra. María Georgina Haisang.
Cuando llegamos al lugar, nos permitieron entrar y dejar algunas cosas que habíamos llevado de regalo para los niños, como útiles escolares y pañales. Luego fuimos hacia el patio y algunos niños nos recibieron agradablemente. Al principio nos costó abrirnos, pero después de un rato nos soltamos (ellos y nosotros) y todo resultó bien. Hicimos actividades entretenidas:
-Los hombres se dedicaron a jugar fútbol en la cancha que había. Ese fue un momento emotivo, porque permitió darse cuenta de cómo el deporte puede unir a las personas; eso lo acabamos de comprobar con el Mundial de Fútbol recién pasado.
-Las mujeres se dedicaron a repartir dulces y globos y a conversar con los niños.
-Todos hicimos juegos como la pinta, la escondida, juegos de mesa, etc.
Era un ambiente de confianza, ellos sentían todo nuestro cariño al prestarles atención y al darle pequeños detalles que ellos nos agradecían con sus caritas de felicidad. Los niños eran muy sinceros y traviesos, nos hacían bromas, nos pedían más dulces, nos contaban chistes, nos pedían que los lleváramos a caballito, se escondían de nosotros y luego se aparecían para asustarnos, etc. Ellos estaban felices, nos preguntaban cuándo íbamos a volver y nuestros números de teléfono; cuando nos estábamos yendo se pusieron todos en las rejas para despedirnos. Fue realmente satisfactorio el buen recibimiento que nos dieron y lo contentos que estaban.
Después de todo, ellos siguen siendo niños a pesar de todo lo que han vivido, ¿no es así?
Fue una experiencia que todos recordaremos y espero que pronto el resto de mis compañeros que no asistieron, tengan la oportunidad de participar en este bonito encuentro. Creo que lo vivido en este apostolado nos abrió los ojos y nos incentivó a seguir ayudando, incluso motivó a compañeros a ir fuera del horario de clases a la Posada del Niño para acompañar a los niños y apadrinarlos. Esta experiencia también nos ayudó a unirnos como curso, porque supimos organizarnos y no solo los que fueron cooperaron, sino que todos pusieron de su parte para que todo resultara.
Solo queda dar las gracias por todo y decir que continuaremos yendo con mucho gusto a la ¡Posada del Niño!
Cristina Ríos I°C

jueves, 1 de julio de 2010

Gracias

Gracias por Tender la Mano Iº Medio C
Este espacio será para compartir los testimonios y reflexiones de lo vivido en cada encuentro.
Fraternalmente,
Pastoral Apoquindo