viernes, 23 de julio de 2010

UNA NUEVA EXPERIENCIA

Este es el primer año que decidimos la opción de hacer apostolados para servir a la comunidad, en lugar de la tradicional caja solidaria de alimentos. Fue un acuerdo que tomamos como curso a principio de año y no nos arrepentimos.
El pasado viernes 11 de junio del presente año, fuimos a la Posada del Niño por primera vez; asistieron 16 alumnos de nuestro curso, en compañía de tres apoderadas y nuestra profesora jefe, la Sra. María Georgina Haisang.
Cuando llegamos al lugar, nos permitieron entrar y dejar algunas cosas que habíamos llevado de regalo para los niños, como útiles escolares y pañales. Luego fuimos hacia el patio y algunos niños nos recibieron agradablemente. Al principio nos costó abrirnos, pero después de un rato nos soltamos (ellos y nosotros) y todo resultó bien. Hicimos actividades entretenidas:
-Los hombres se dedicaron a jugar fútbol en la cancha que había. Ese fue un momento emotivo, porque permitió darse cuenta de cómo el deporte puede unir a las personas; eso lo acabamos de comprobar con el Mundial de Fútbol recién pasado.
-Las mujeres se dedicaron a repartir dulces y globos y a conversar con los niños.
-Todos hicimos juegos como la pinta, la escondida, juegos de mesa, etc.
Era un ambiente de confianza, ellos sentían todo nuestro cariño al prestarles atención y al darle pequeños detalles que ellos nos agradecían con sus caritas de felicidad. Los niños eran muy sinceros y traviesos, nos hacían bromas, nos pedían más dulces, nos contaban chistes, nos pedían que los lleváramos a caballito, se escondían de nosotros y luego se aparecían para asustarnos, etc. Ellos estaban felices, nos preguntaban cuándo íbamos a volver y nuestros números de teléfono; cuando nos estábamos yendo se pusieron todos en las rejas para despedirnos. Fue realmente satisfactorio el buen recibimiento que nos dieron y lo contentos que estaban.
Después de todo, ellos siguen siendo niños a pesar de todo lo que han vivido, ¿no es así?
Fue una experiencia que todos recordaremos y espero que pronto el resto de mis compañeros que no asistieron, tengan la oportunidad de participar en este bonito encuentro. Creo que lo vivido en este apostolado nos abrió los ojos y nos incentivó a seguir ayudando, incluso motivó a compañeros a ir fuera del horario de clases a la Posada del Niño para acompañar a los niños y apadrinarlos. Esta experiencia también nos ayudó a unirnos como curso, porque supimos organizarnos y no solo los que fueron cooperaron, sino que todos pusieron de su parte para que todo resultara.
Solo queda dar las gracias por todo y decir que continuaremos yendo con mucho gusto a la ¡Posada del Niño!
Cristina Ríos I°C

jueves, 1 de julio de 2010

Gracias

Gracias por Tender la Mano Iº Medio C
Este espacio será para compartir los testimonios y reflexiones de lo vivido en cada encuentro.
Fraternalmente,
Pastoral Apoquindo